imagina esto: estás a punto de caer en un sueño profundo, en ese delicioso y tranquilo limbo entre la vigilia y el descansa. De repente, ¡BAM! Un estruendo ensordecedor, como un disparo, el choque de unos platillos o una explosión, retumba dentro de tu cabeza. Te incorporas de un golpe, con el corazón a mil por hora, convencido de que algo terrible acaba de pasar en tu habitación. Pero no. Todo está en silencio. Tu pareja duerme plácidamente a tu lado y no hay ninguna señal de caos.
No, no te estás volviendo loco. Acabas de experimentar el Síndrome de la cabeza explosiva (SCE).
Un nombre aterrador para un fenómeno inofensivo
A pesar de su nombre dramático, digno de una película de acción, el síndrome de la cabeza explosiva es una parasomnia (un trastorno del sueño) completamente fuertes y repentinos que parecen originarse dentro de su propia cabeza, generalmente al quedarse dormidos o al despertar.
Lo más extraño es que estos "sonidos fantasma" no vienen acompañados de ningún dolor físico. La principal consecuencia es el miedo y la ansiedad que provocan. Muchos creen que están sufriendo un derrame cerebral o algún tipo de ataque neurológico, pero la realidad es mucho menos siniestra.
¿Qué causa estas detonaciones nocturnas?
Aquí es donde la ciencia todavía se rasca la cabeza. No hay una única causa confirmada, pero la teoría más aceptada tiene que ver una especie de "fallo técnico" en nuestra cerebro al momento de apagarse para dormir.
Piensa en tu cerebro como una orquesta que, al final del concierto, debe guardar sus instrumentos de forma ordenada. Las neuronas responsables del movimiento (la sección motora), el sonido (la auditiva) deberían "apagarse" de manera secuencial y suave.
En el SCE, se cree que, en lugar de una transición gradual, el "apagado" de las neuronas auditivas ocurre de forma abrupta y desorganizada. Todas las neuronas se disparan a la vez, creando una ráfaga de actividad neuronal que el cerebro interpreta como un ruido masivo y repentino. Es, en esencia, un cortocircuito cerebral inofensivo.
Otros factores que parecen contribuir o desencadenar los episodios incluyen:
- Estrés extremo y fatiga: Es más común en personas que están pasando por periodos de mucho cansancio o ansiedad.
- Privación de sueño: No dormir lo suficiente puede hacer que el cerebro sea más propenso a estos "fallo".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario